Memorias visuales

Tomás Molina

La presente investigación artística aborda el concepto de “memoria visual”, en referencia al registro o apunte gráfico de ideas e imágenes sobre cuadernos y papelógrafos, incluyendo, además, al cuadro tradicional como parte de esta memoria, trabajada por medio de dibujos, textos y pinturas. Esta idea de memoria visual posee ciertos paralelismos con lo que Anna María Guasch señala acerca del archivo, cuyos principios básicos refieren a la fascinación por almacenar memoria (recuerdos) y de salvar historia (información), como parte de una reacción producida por el miedo a la muerte, a la amnesia, a la “aniquilación de la memoria”. La obra de arte “en tanto que archivo” busca vencer al olvido a través de una narración no lineal,abierta a la posibilidad de ser reestructurada, pudiendo generar distintas lecturas. (Guasch,2005, p. 158) Ahora bien, la principal diferencia entre el concepto que planteamos y la noción de archivo es el medio en el que transitan, o sea, entre lo análogo y lo digital. Lo análogo tiende a confundirse con lo orgánico (Aicher, 2001), lo original, lo que es hecho por personas de carne y hueso, y se justifica en la frialdad que supone lo digital, o sea, el mundo de los computadores, los celulares, los discos duros, pendrives, que son completamente funcionales a la hora de almacenar memorias. Sin embargo, la utilización de medios análogos, como, por ejemplo, el dibujo a lápiz o la pintura al óleo, –que, por lo demás, no dejan de apelar a una idea tradicional del arte– va más allá de la supuesta originalidad o supremacía del hombre sobre la máquina. En primera instancia, la utilización de estos medios para construir la memoria visual radica en lo insustancial de la memoria que ofrecen los medios digitales, la cual es, a fin de cuentas, “prostética”, externa al cuerpon(Guasch, 2005, p. 159) En el archivar no hay aprendizaje, es más bien pura acumulación y contemplación de las memorias, es pura visualidad. Con esto en mente, el principal problema que plantea esta investigación es sobre la idea de lo visual, comúnmente relacionada con aquello que captamos con los ojos. No obstante, en la práctica del dibujo o la pintura, se advierte un aprendizaje a través de la observación y la memoria, los que, por lo general, se tienden a relacionar con procesos meramente intelectuales, como si el cerebro operara por sí mismo y sin un cuerpo. En este caso, planteamos que los medios por los cuales se construye esta memoria apuntan a una visualidad más amplia, en donde el ver se relaciona con la posibilidad de conocer y aprender de las imágenes que plasmamos en la pintura o el dibujo, a través del uso del cuerpo. La reflexión se centra en el “pensamiento visual”, concepto que integra la percepción (lo que captamos a través de los sentidos, o sea, el cuerpo) en el pensar racional, o actividad intelectual que señalamos en la práctica del dibujo y la pintura, incluyendo también los apuntes de palabras o textos. Por otro lado, a largo del Laboratorio de Investigación Pictórica, se trabajó con retratos, tanto en pintura como en dibujo. En el caso de las pinturas, se usó como referencia la fotografía de familiares y conocidos, las cuales fueron trabajadas con óleo y pastel graso sobre cartón, mientras que, en dibujo, se utilizaron imágenes encontradas en Internet, o del archivo propio. Además, se realizaron dibujos de pinturas de otros artistas, entre los que destacan algunas obras de Guillermo Lorca, Toulouse Lautrec, y Edgar Degas. Las pinturas y los dibujos fueron hechos a la par, aún sin comprender la relación que existía entre ellos. En ambos casos, los trabajos realizados se preguntan por distintas maneras de recordar y conocer. Tanto las pinturas como los dibujos, así también los textos, construyen la Memoria visual.