La eterna caída

Jorge Olavarría

La obra se compone de una serie de pinturas al óleo en las cuales se propone un reflexión en torno a el recurso de la pintura y el oficio de esta, en contraste con la irreverencia de los protagonistas de las escenas pictóricas muy ligado a una postura latinoamericana de la pintura academicista barroca. En este sentido la unión de elementos precarios alude a la multiplicidad de soluciones comunes en la sociedad actual. “La eterna caída de la que habla la obra se da entonces en esta relación contradictoria de fuerzas, donde el peso de la figura central se suspende en el aire y la figura que debería sostener el descenso hace justamente lo contrario, forzando la composición a un movimiento de tensión vertical descendente. La obra es una piedad sin descanso, un desequilibrio per- manente, un hecho pictórico donde las figuras coexisten sin una razón aparente, lo que transforma la escena en un relato que no sabe cuándo ni dónde comienza, ni cuándo ni dónde termina.”(Extracto, catálogo)